Hay una tendencia en mí a huir de los conflictos. ¿Por qué? Porque no me siento segura, porque me dan miedo, porque mejor no pelear, porque mejor dejarlo pasar…estas y otras son las frases que están en mi cabeza cuando huelo un conflicto. Y por mucho que huya, la vida me los trae y me los trae; y me los vuelve a traer; y en muchas ocasiones conflictos similares.
También hay otras tendencias; he conversado con personas cercanas afectivamente a mí y ante los conflictos ellas pelean y pelean; y no se detienen hasta que perciben que ganan; tienen la intención no consciente de ganar la discusión, de convencer a la otra parte del conflicto y no se paran hasta que sienten que lo logran. El conflicto escala y escala y se transforma en ruptura, en ocasiones.
Sin embargo, estoy aprendiendo que en los conflictos de poco sirve huir, imponer o convencer; que la cosa es mucho más compleja y que los conflictos vienen a enseñarnos algo, nos muestran lo diferente, lo diverso, lo difícil. La diversidad es lo natural en la vida. En todos los grupos y colectivos vivos existen los conflictos y ellos aparecen para que los grupos crezcan, profundicen y tomen más conciencia de quienes son y desde ahí ser más elles mismes.
Trabajo de Procesos (Psicología Orientada en Procesos) es un enfoque para trabajar con grupos donde se nos muestra gran parte del misterio de los conflictos. Si quieres saber más sobre los conflictos porque también están en los grupos a los que perteneces, no te pierdas la charla informativa que daremos el sábado 4 de marzo de 10 a 14 en el Faro Taller, en Granada, donde presentaremos la formación “Introducción a la Facilitación de Grupos desde Trabajo de Procesos”.
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El aforo es limitado para asegurar la comodidad de les participantes.